Camina despacio entre las camas, los arropa y los vigila y procura que su presencia no les estorbe, sino que les tranquilice.
Es hora de dormir y para ella es hora de coger el timón, tomar las riendas de su propia vida.
Dirige, gira, maniobra y siempre al frente, siempre atenta a la tormenta, traspasa las olas y las vence y sigue su rumbo y sigue su vida...
...estalla de vida cuando los elementos adecuados se juntan, como fuego y aceite que hacen que salten por los aires las palomitas, y respira, y con cada inhalación se regenera su alma y recuerda esa imagen tomada por sorpresa en la barra de un bar mientras hojea las noticias de nuestras vidas.
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